La hormona del crecimiento humano (hGH, human
Growth Hormone) se produce en la hipófisis humana, estimula la síntesis de
proteínas y como consecuencia favorece el desarrollo de los músculos y huesos.
Por eso acelera el crecimiento de tejidos y órganos, en especial huesos, corazón
e hígado.
Aunque el crecimiento finaliza en la adolescencia,
esta hormona se secreta durante toda la vida, pues es necesaria para la
formación de nuevos materiales que reemplacen a las estructuras desgastadas.
Además es indispensable por su importante acción sobre el metabolismo,
favoreciendo la utilización de los depósitos grasos como fuente de energía.
La cantidad de la hormona humana del crecimiento en un adulto sano se reduce cerca de 14% por década después de los 30 años . En Muchos casos esta se ha agotado totalmente a los 70 años. La Asociación americana de Endocrinología, sugiere que la deficiencia de la HGH sea un acontecimiento relativo a la edad, caracterizado por una serie de síntomas fácilmente reconocidos:
- Fatiga
- Disminución de la masa muscular del cuerpo
- Disminución de la fuerza
- Disminución en la capacidad y el desempeño físico
- Ansiedad
- Perdida de sueño
- Reducción del ritmo cardiaco
- Falta de energía
- Desguances
- Resfriados.
- Aumento de peso / Obesidad
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